Con respecto a la vida te digo... Nos queda tanto por vivir
Y si contamos las palabras, es tanto lo que falta por decir
Aunque ya se, voy restando lo que nunca saldrá de tu boca
Porque te conozco y me conozco
Las palabras no se nos dan
Pongo esto como excusa
No es exceso de soledad.
Notaras que el tiempo ha pasado
Mas rápido que de costumbre
A veces creo que conspira para vernos lo mas pronto
Aunque ya se, no vamos a hablar
Por cuestiones de ética y vanidad
¡La gran mentira! ¡El gran secreto!
Vamos guardando los silencios
Auténticamente perdidos
Amando el misterio.
Yo te juro, te prometo
No hay reproches, no te miento
Pero algo si te digo: yo te espero
En silencio, en calma
Viéndote cambiar
Viéndote pasar de un lado a otro
Tratando de encontrarte.
Que las estrellas de un cielo que no es el tuyo no terminen por deslumbrarte
Que tus pies no se acostumbren a un suelo extranjero
Que no pienses en español y lo hables en ingles
Que recuerdes el camino por donde vas a volver
Tu eres aquí y allá.
Esta noche no te pienso Esta noche no te olvido El recuerdo se queda embotellado Guardado bajo la almohada para cuando toque dormir En el cesto de ropa sucia Entre las cosas inservibles de la mesa Esta noche no te pienso, es mejor mirar la estrellas. El destellos propio de los astros y su distribución La manera en la que fueron creados El momento en el que Dios nos pensó. Unas mas brillantes que otras Cada una con su color Que a mis ojos parecen iguales Me distraen con su fulgor. El imponente cielo negro Tengo tanto que admirar Cuento uno a uno los detalles Y me pregunto como llegar. Vamos que la noche se acaba Que el negro es opacado por el gris y el gris da paso al Sol Vamos que lo mas duro ha pasado Ha llegado la aurora, la luz que me deja libre Que por un momento no fui tu Por un momento estaba sin ti pero no sola. Esta noche los recuerdos se quedaron donde debían Esta noche no te pensé, me fue mejor mirar las estrellas. Escuchaba mientras escribía:
Desde que te fuiste yo decidí remodelar algunas cosas en mi vida, creí era necesario empezar por lo tangible, aquello que podía mover, cambiar y botar, aunque leí que esto ultimo era la causa por lo que todo se perdía (en cuanto a relaciones personales se refiere, lo otro es muy obvio), allí sentí miedo pero no hay marcha atrás, mi habitación comenzaba a cambiar.
Empece con la compra compulsiva de objetos que refrescaran mi vista, aparte del entretenimiento propio y malgaste del tiempo innecesario que esto me ofrecía, perfecto para mi situación, total, tiempo era lo que tenia. En primer lugar compré música: perfecto regalo, perfecta adquisición; discos, muchos discos, en una esquina, como esperando, sonriendo, así los coloque, empaques cerrados, era innecesario repito, mas como agradecimiento, ¡gracias descargas ilegales!, mas como tiempo/dinero que gastar, la sensación de que algo estaba siendo lleno, aunque se trataba de una esquina de mi habitación.
Las paredes se sentían azules, muy azules, no me atreví al cambio rotundo, mi color, así que compre pinturas, lo cual se me hizo fácil (aquí entendí porque las mujeres encontraban eso de las compras tan "terapéutico"), compre besos rojos en un valle, compre un aleph gris como brillante, lo que coloque en la pared que daba hacia mi cama, pinturas que veo al despertar, un momento previo al día, como seleccionando los temas para pensar, creo que era la estimulo necesario.
Moví la computadora y el televisor, es que mi nueva adquisición requería de cierto espacio, es que este fue el momento de mayor compulsión; libros, preciosos objetos, historias que aunque me identifiquen no son mías, momentos que no me pertenecen, personajes que no conozco y aunque conozco no representan afinidad alguna, el tesoro. Compre una repisa y veinte libros en un día, momento sublime: ordenarlos, elegir cual leería primero, cual me gustaba por su portada, cual elegí solo por el titulo y un millón de cosas mas que los rectangulares objetos me ofrecían, divertido.
Cuando me di cuenta lo de la izquierda estaba a la derecha y al revés, supongo que había logrado el cometido, solo que, cuanto tuve tiempo para pensar lo siguiente vino a mi mente: Es solo un objeto sobre otro, un cuadro sobre una pared que sigue siendo azul, una repisa diez pasos mas a la derecha, un televisor que ahora estaba en dirección a la ventana, como si esta pudiera verlo. Como una bandita sobre una herida, que allí seguía sangrando, pues le faltaba tiempo para sanar, para cerrarse y todo esto era el reflejo de lo que sucedía conmigo, un recuerdo cubriendo otro, la efímera diversión, el tiempo perdido, yo seguía azul como la pared sin importar mis intentos por cambiar de color.
Concluyo entonces, yo sigo del mismo color (con el que me dejaste) y la cama en el mismo lugar (lo único que no "cambie") para que te sirva de referencia por si quieres regresar, aunque advierto, por lo demás quizás te sientas perdido, espero no pretendas que todo quede igual.